jueves, 4 de noviembre de 2010

Comentarios de los estudiantes a "La retórica"

1. ¿Crees inmoral que un abogado persuada a un jurado a favor de una creencia, aun si esta creencia es falsa?
Si partimos del hecho que la retórica es el arte de persuadir, o que a través del discurso busca es ese fin, convencer, no creo que sea tan inmoral, primeramente porque el abogado parte del hecho de la “presunción de inocencia” mediante el cual, nadie es culpable hasta demostrar lo contrario, ya que el determinado hecho se presume, pero no se ha comprobado, en segundo lugar, garantiza el derecho de defensa que tiene cada individuo, horroroso sería que alguien dijese tener la razón y sin saber si es así o no, igual no se tomara en cuenta la palabra de la otra parte para intentar argumentar algo que le ayude, en tercer lugar, luego de partir de su presunción de inocencia y garantizar el derecho a la defensa de cualquier individuo, cualquier discurso que utilice la defensa para “comprobar” que alguien es inocente no valdrá de mucho si la otra parte, quien acusa (fiscal) lleva todas las pruebas convincentes del hecho, y de hecho, así funciona el sistema, en cualquier parte del mundo debería ser así, es tema de otra discusión hacer referencia a los hechos de corrupción que se suscitan a diario y permiten que un criminal esté en libertad, además de esto, hay otros delitos que aunque existen, son de menor grado, y la persona no merece ir a un reten a pasar las peores situaciones y salir peor, como un monstruo, sino que se pueden resolver mediante acuerdos, pagos, medidas preventivas, entre otras. Lo que sí considero verdaderamente inmoral, es que un periodista intente persuadir a una audiencia de unos hechos que no vienen al caso con el fin de provocar odio, u otros sentimientos dañinos para la sociedad, ya que todos tenemos derecho a una información justa y verás, y si sucede un acontecimiento, queremos saber ¿qué paso? (ej.: explotó un camión en Maturín a las seis de la mañana), no interesan las conjeturas u opiniones del periodista, (si no fue un accidente, sino un funcionario del gobierno, o si lo hizo alguien enemigo del gobierno para provocar caos, etc.,) ese tipo de detalles no interesan si no son comprobados y verídicos en su totalidad.
2. Si fueras el presidente Chávez y te dirigieras a la nación, cuál de las tres formas retóricas aristotélicas (ethos, pathos, logos) privilegiarías, y por qué?
Primeramente, -y sin lugar a dudas- recurriría al pathos, en tanto que conozco la audiencia, y les demuestro que mi persona es la mejor capacitada para comprenderlos, y por tanto, hacer valer sus derechos, ya que soy como ellos, que vengo de la pobreza, que conozco muy bien las vivencias de aquellos que vienen de los sectores más desposeídos, que he estudiado, y he surgido, y así muchos podrán hacerlo, además que soy un soldado con mucho coraje para hacer respetar las normas y evitar que los –y nos- opriman, una vez de haberme ganado la simpatía del pueblo, y que me consideran una persona digna de creer y depositar confianza, recurriría al ethos, buscaría conmover al público a través de sus debilidades, de su humillación a lo largo de los años, de su necesidad de “tomar conciencia” , de recuperar su puesto perdido o arrebatado a lo largo de la historia, y ejecutar acciones, explicándolas además de manera racional, mediante el logos, porque no importa si la audiencia no entiende del todo, lo más importante es que sepan que yo sé lo que digo y estoy fundamentado, así que hablaré de filosofía, de Marx, de Engels, de Gramsci, de pensadores liberales, explicaré teorías, hablaré de Chomsky, -pero no de sus aportes lingüísticos, mencionaré por qué el capitalismo no es conveniente, no sólo en base a lo que ya les ha hecho sufrir en este país con sus políticas neoliberales aplicadas por el FMI, sino que racional y teóricamente les explicaré que no es así a través de la exposición de pensamiento de varios autores, así como también les haré ver cómo Fukuyama estaba equivocado, y de esta manera mantener su confianza depositada en mí puesto que yo sé lo que digo y por ende, las decisiones tomadas por mí, deben ser las mejores. Esto no sólo lo utiliza el presidente, sino también personajes políticos de la oposición, y en general, personas del ámbito político, en el caso contrario al planteado, ej.: Manuel Rosales, se coloca en el caso de las personas oprimidas y dice: “hasta cuando nos van a tener así, debemos cambiar, ya esta bueno de aguantar”, la audiencia le deposita confianza y luego propone ciertos cambios, sin embargo, vale destacar, que aunque el uso de la retórica sea un común denominador entre la política, no todos la dominan tan bien, ni logran los efectos que ha logrado el actual presidente.

3. ¿Cuáles son algunas de las falacias más comunes que escuchas entre los políticos venezolanos?
Realmente son muchas, a parte de la falacia ad misericordiam, ad populum, o ad baculum, también se encuentran otras, tales como:
-Falacia ad hominem: en el cual se ataca al hombre, y no el contenido de sus argumentos, por ejemplo: “Chávez es un loco”, “Chávez golpeaba a la mujer”, “Chávez consume cocaína”, “Manuel Rosales es un burro, no sabe hablar”, etc., etc.
-Falacia arreglo de bulto: suponer que si históricamente las cosas han estados agrupadas bajo una categoría, siempre lo será así; por ejemplo: “El Dr. Castilla se postulará para presidente, pero mantiene una postura capitalista, seguramente debe querer que todo lo privaticen, incluso la medicina, ya no nos atenderán en los hospitales de manera gratuita, ni podremos realizarnos operaciones costosas, nos vamos a morir”. Aparte que estoy agrupando todo bajo la consigna de “capitalista” y dando por sentado que el candidato toma todo de ella, e incurro en la falacia de arreglo de bulto, estoy intentado también conseguir de ello algún efecto psicológico basándome en una situación que aunque pueda ser cierta, lo que intenta además es sembrar un miedo, o una paranoia, por tanto, recurro a la falacia de falsa vivencia.
-Falacia de recurrir al ridículo: Tal como su nombre lo indica, se presentan de manera satírica los argumentos de la persona para hacerlos ver de una manera tonta y/o ridícula.
4. ¿Cómo podrías persuadirme a favor de alguna de estas posturas? a: Hitler fue un gran ejemplo moral; b) La pena de muerte debe emplearse; c) El hombre es más inteligente que la mujer; d) El mundo se acabará en el 2012.
b) La pena de muerte debe emplearse: Probablemente, de saber si han asesinado a alguien cercano a Ud., y la conversación surge por allí, le diría, que sé por lo que estas pasando, que yo también lo he vivido, que no es justo que alguien arrebate la vida de un familiar tuyo o un amigo, y las cosas queden como si nada, como si la vida de tu amigo no vale para nada ¿así lo crees?, porque bien sabes que su partida ha dejado un vacío terrible, que su madre, quizás llora incansablemente todas las noches, y no es justo, es por ello que hay que aplicar la pena de muerte, por tu seguridad, por la de tu familia y por la de todos, porque personas así no deben existir, y añadiría que antiguamente era permitido, que otros sistemas lo han aprobado ya, como la ley de Moisés, o la ley del Talión, etc.

Isbelia Farías.

1. ¿Crees inmoral que un abogado persuada a un jurado a favor de una creencia, aun si esta creencia es falsa?

Es bastante complejo en el caso de un abogado hablar de lo que corresponde a la retórica, pero creo que ello depende de qué concepción tenga éste de la misma, si la concibe como el arte de persuadir separado del aspecto moral, no sería un acto inmoral persuadir a un jurado a favor de una creencia, aun si esta creencia es falsa. Más si para éste el arte de persuadir va unido al compromiso con un ideal, sí sería inmoral persuadir a un jurado de una creencia falsa, porque estaría faltando a los preceptos morales que él tiene.

Personalmente considero que sí es inmoral que un abogado persuada a un jurado a favor de una creencia, siendo esta falsa y estando él plenamente consciente de la falsedad de esa creencia. Pienso que toda profesión debe integrar el aspecto ético en el ejercicio de su profesión ya sea abogado, policía, farmacéutico, sociólogo, filosofo ,etc. Asimismo, diariamente constatamos que no solamente el abogado, sino todo profesional tiene en su día a día la disyuntiva entre lo que quiere hacer por diversos motivos, lamentablemente en su mayoría por dinero “extra” que se me ofrece si realizo determinada acción, si afirmo cierta teoría que favorezca a un sector aunque vaya en contra de mis valores; y lo que es el “deber ser”, aquello que se considera por la sociedad como el “deber ser” que todo profesional debe tomar en cuenta a la hora de llevar a la praxis su área de conocimiento.

Este aspecto es un gran debate que siempre ha estado y estará presente en el campo de la retórica, porque no hay una ley moral universal que pueda legislar qué es lo moral y qué es lo inmoral, todos los preceptos morales que tenemos en su mayoría se han realizado por el consenso de una sociedad determinada y lo que yo pueda considerar inmoral o moral, puede que en otro país sea aceptado y visto como válido. Por ello, podemos afirmar que es una tarea muy difícil trazar los linderos de la ética dentro de la retórica.

Diana Salas.

1. ¿Crees inmoral que un abogado persuada a un jurado a favor de una creencia, aun si esta creencia es falsa?
1. Estamos frente a un conflicto donde se presentan dos opciones para el abogado en este caso:
a) Persuadir : si lograse su objetivo con una buena estrategia retorica las consecuencias serian, en primer lugar, la absoluciòn de un culpable que luego, en vista de esta falla etica y moral, seguirà, por no haber obtenido la sanciòn, cometiendo el delito. Este seria el resultado negativo de esta opciòn para la sociedad. El resultado positivo para el abogado es una buena remuneraciòn en todo caso. Y “reputaciòn” acorde al medio , que le generarian mucho mas ganancia entre los culpables que lo buscarian para tal fin, el de la absoluciòn de los que no son inocentes.

b) No persuadir: esta opciòn le generaria un beneficio moral que se traduce en una conciencia tranquila. Como consecuencia sería fiel a sus principios morales y eticos. Pero seguramente no le va a generar los ingresos economicos por inhibirse. Tambien ganaria una reputacion con el matiz de la honestidad. Es plausible pero no rentable.

Toda acciòn tiene sus consecuencias en el campo de la moral. Considero que la raiz del problema esta en la conciencia moral y etica.
Est avoz que resuena en el interior de todo ser humano, en pleno uso de sus facultades racionales, es la que invita y persuade de acuerdo a nuestra educaciòn, cultura, entorno familiar, convicciones y principios. Es la que dictamina actuar de una u otra forma, moral e inmoral.
¿Persuadir o no persuadir?. En este caso es cuestion de conciencia. Una “conciencia deformada” utiliza la retorica para sus fines sin importar los medios. Una conciencia formada para el bien, con principios etico – morales utilizarà este instrumento para persuadir según sus principios en funcion de la verdad y la justicia.
Creo que el bien es la regla, no la excepcion. Todo ser humano es bueno por naturaleza. Tanto El medio como el fin deben estar de acuerdo a la propia naturaleza del ser humano, encaminados al bien. La bondad es un atributo del ser, de todo ser. En este caso el abogado con “conciencia deformada” actuarà en consecuencia. Pero no por esto es justificable. Sòlo comprensible, en el sentido de que no se puede esperar otra cosa.
Claro que el abogado , en este caso, es inmoral. Considero que los principios no son negociables.
Ahora bien, la casuistica podria colocarnos en varios conflictos. En este momento pienso en el abogado que por necesidad familiar actue a favor del culpable. ¿Como quedan los principios?.
¿ son negociables en este caso?. Cabria hablar aquí de mal mayor y mal menor. Quien escoge? Mi conciencia es la que dictaminarà de acuerdo a mis principios. Pero si apoya al culpable por una necesidad personal, seguirà siendo inmoral.

Si fueras el presidente Chávez y te dirigieras a la nción, cuál de las tres formas retóricas aristotélicas (ethos, pathos, logos) privilegiarías, y por qué?

2. Si fuese el presidente chavez utilizarìa la forma retorica del pathos. Creo que es una estrategia sumamente eficaz para nosotros los latinos , de manera muy especial. Culturalmente hablando, en nuestro pais, el sentimiento es fundamental a la hora de persuadir. Creo que ha sido la razon fundamental por la cual el presidente ha podido mantenerse en el poder proponiendo una ideologia , que a mi parecer, es una falacia. Y no sólo una falacia sino una utopia. NO SOMOS IGUALES. es la premisa logica y verdaera. El socilismo predica lo contrario y pretende instaurar un regimen en base a una ideologia tipo colmena. Todos por igual. Pero siempre habra una reina en la comena y unos zanganos con funciones especificas. ¿ como ha hecho para persuadirnos de esta igualdad antinatural y utopica? . creo que la retorica basada en el pathos es la respuesta. Es un gran retorico del sentimiento, conoce la audiencia y maneja su lenguaje. Este ha sido su éxito.

Dixson Montes

. ¿Crees inmoral que un abogado persuada a un jurado a favor de una creencia, aun si esta creencia es falsa?
Indudablemente esta pregunta nos permite reflexionar sobre el tema de que es éticamente moral o inmoral, cuando hablamos de lo moral caemos es un relativismo del objeto porque lo que para algunas personas puede ser un delito para otras no suele serlo de acuerdo a su educación o por el ámbito cultural cultivado por su familia, por el ende el actuar éticamente es una condición subjetiva de cada ser humano que tiene algunas reglas morales que en muchos casos son impuestas por la sociedad o el contexto que nos rodea que nos dice que es moral y que es inmoral.
El abogado utiliza muy usualmente una argumentación retorica entendiendo la retorica como el arte de persuadir que le permita convencer o persuadir a el juez o el jurado la inocencia de su defendido, atraves del logos que nos dice Aristóteles que intenta persuadir racionalmente y mediante la utilización de una argumentación lógica y racional para así poder convencer a la justicia de que la actuación de su defendido puede ser absuelta por la justicia y así poder recobrar la libertad condicional o incondicional.
Considero que las otras 2 posturas que nos menciona Aristóteles en cuanto a las formas de cómo actuar retóricamente el ethos, busca la persuasión apelando a las virtudes y el carácter del orador; y el pathos, apela a las emociones de la audiencia, también podrían ser validas para poder convencer al juez o al jurado, ya que con el ethos siendo bien utilizado por el abogado podría persuadir con una buena oratoria de la argumentación lógica y en cuanto al pathos el abogado puede también de promover la parte de los sentimientos o sentimental del jurado o el juez para poder convencer de que su defendido es inocente.
Y podemos mencionar también que en nuestro país el tema jurídico a sido muy polémico y nuestros compatriotas abogados tienen como punto en común de quien busca mis servicios y me paga yo lo defiendo y aun sabiendo que en muchos casos sus clientes son culpables de asesinatos y robos etc. Defienden a sus clientes por supuesto utilizando la retorica y la argumentación que en muchos casos son creencias falsas pero utilizan la retórica y la argumentación muy bien estructurada y con un hilo conductor bastante lógico y también utilizan las formas de retoricas aristotélicas el logos, ethos y el pathos para lograr persuadir al juez y al jurado y lograr así poner en libertad en muchos casos a sus defendidos.

Rony Prieto.
1. ¿Crees inmoral que un abogado persuada a un jurado a favor de una creencia, aun si esta creencia es falsa?

Aquel abogado que actúa de forma dolosa, comete un fraude en el ejercicio de su profesión. El código de ética de los abogados en Venezuela resalta que: (Artículo 20)
“La conducta del abogado deberá caracterizarse siempre por la honradez y la franqueza. No deberá aconsejar ni ejecutar actos que puedan calificarse de dolorosos, hacer aseveraciones o negaciones falsas, citas inexactas, incompletas o maliciosas, ni realizar acto alguno que pueda entorpecer una eficaz y rápida administración de la justicia.”

Algunos abogados parecen olvidar que la finalidad de su profesión es administrar justicia y si una persona es culpable de un delito debe aplicársele las leyes según lo que esté establecido. Artículo 24: “Es deber del abogado aceptar la defensa de una persona a quién le imputa delito o falta y emplear todos los medios lícitos para obtener la recta aplicación de la Ley. Podrá excusarse de aceptar esa defensa por razones morales”

4. ¿Cómo podrías persuadirme a favor de alguna de estas posturas? a: Hitler fue un gran ejemplo moral; b) La pena de muerte debe emplearse; c) El hombre es más inteligente que la mujer; d) El mundo se acabará en el 2012.

A.- Hitler fue un gran ejemplo moral

¿Realmente Hitler fue ese monstruo que todos describen? ¿Un loco perverso, un megalómano insaciable? o ¿Fue una persona honorable, y víctima de los acontecimientos?
A mediados de los sesenta se realizó una interesante prueba a estudiantes de una universidad en los EEUU, la cual consistió en entregarles una copia del testamento de Hitler para analizarla, pero por supuesto no estaba identificado a quien pertenecía. Amparada en el anonimato, la personalidad de Hitler fue calificada de profundamente honesta, sensible y admirable. Hitler llegó a ser un líder muy querido por su pueblo, con una capacidad indiscutible para manejar las masas y un inmenso poder de persuasión.
Adolf fue un niño formado bajo una estricta rigidez y despotismo, maltratado con frecuentes palizas que le propinaba su padre utilizando una fusta. Introvertido y solitario soñaba con tener una carrera como pintor ya que quería ser artista. Fue rechazado por la Academia de Artes de Viena en dos oportunidades. Su padre murió en 1903 y su madre en 1907, con lo cual a los 18 años ya era huérfano.
Gran lector, aficionado a las historias heroicas, e inspirado en la mitología germana, soñaba con ser algún día un ejemplo de valor y grandeza. Admiraba el poderío alemán y se incorporó voluntariamente al ejército para defender a su patria adoptiva en la primera guerra mundial.
Adolf Hitler fue un excelente soldado, actuando allí donde las batallas eran más duras y sangrientas, rodeado de los hombres más duros, durante 4 años, demostrando un gran valor, dedicación, venciendo todo tipo de temores en el frente de batalla. Por sus grandes muestras de altruismo, se le encomendó la difícil tarea de llevar personalmente los mensajes, recibiendo diversas condecoraciones, ganándose el respeto y aprecio de sus compañeros.
Hitler sufrió dos heridas de guerra de las cuales se recuperó valientemente, con coraje y fortaleza a toda prueba. La primera fue una bala que le atravesó la pierna y lo mantuvo alejado del frente de batalla durante tres meses; la segunda fue una intoxicación con gases que lo dejó ciego durante varios meses.
Hitler sentía un profundo sentimiento nacionalista y deseaba ver a una Alemania poderosa, próspera, para proteger a su pueblo y brindarles la seguridad y estabilidad que todos sus compatriotas merecían. Amaba al pueblo alemán, y por este pueblo vivió y murió. Todo lo que realizó fue pensando en el bienestar de su país, de su gente, de su pueblo, por una Alemania grandiosa y respetada a nivel mundial.
Por estas razones se puede afirmar que Hitler fue un ejemplo moral para sus compañeros batalla, para sus jefes en el ejército alemán, para su pueblo que lo adoraba, seguía y apoyaba.

Algunos párrafos seleccionados del testamento político de Hitler:
“Desde que, en 1914, puse mis modestas fuerzas como voluntario al servicio de la Primera Guerra Mundial impuesta al Reich, han transcurrido más de treinta años. Durante estos tres decenios, en todos mis pensamientos, actos y en toda mi vida sólo me han movido el amor y la lealtad hacia mi pueblo. Ellos me han dado la fuerza necesaria para tomar las más difíciles decisiones que haya tenido que tomar cualquier mortal.”

“Es falso que yo o cualquier otra persona en Alemania quisiera la guerra en 1939. La querían y la instigaban exclusivamente los estadistas internacionales que, o bien eran de ascendencia judía o trabajaban a favor de los judíos. Son demasiados los ofrecimientos de limitación de armamento que hice y que el mundo no podrá seguir desmintiendo durante toda la eternidad, para que deba recaer sobre mí la responsabilidad por el desencadenamiento de esta guerra.”

“Nunca deseé que, después de la primera y funesta Guerra Mundial, hubiera otra contra Inglaterra o contra Norteamérica. Pasarán siglos, pero de las ruinas de nuestras ciudades y monumentos seguirá brotando, renovado, el odio contra el pueblo que, en última instancia, es el responsable de todo esto: ¡el judaísmo internacional y sus secuaces!”

Vale la pena resaltar las atrocidades que comete en la actualidad, el pueblo de Israel contra el pueblo Palestino,…pero ese tema es para debatirlo en otra oportunidad!!!

C.- El hombre es más inteligente que la mujer

Al Inicio de toda vida humana existe una hormona que produce dimorfismos encefálicos al aumentar el tamaño neuronal, el volumen nuclear, la longitud de las dendritas, la ramificación de las dendritas y las cantidades de sinapsis en el cerebro en formación.
Más tarde en la vida, los andrógenos siguen modificando neuronas para actuar como factor de crecimiento. Ya de adulto, continúan estimulando el crecimiento de neuronas y de los contactos sinápticos. También se desarrolla el hipocampo. Esto produce diferencias cerebrales bien definidas entre hombre y mujeres, lo que se traduce en una mayor inteligencia para el hombre que para la mujer.
En el hombre:
a) El cuerpo cayoso, es decir, la estructura que conecta ambos hemisferios cerebrales, tiene mayor densidad de interconexiones que en la mujer.
b) El flujo sanguíneo hacia el cerebro es mucho mayor que en la mujer
c) La función del cerebro es bilateral, mientras que en las mujeres es mayormente en las regiones frontales izquierdas.
d) El cerebro envejece más despacio
e) El cerebro del hombre tiene mayor densidad neuronal en muchas zonas.
f) El hombre tiene mayor capacidad espacial y mejor memoria que la mujer
g) Tiene mejor capacidad para el lenguaje
h) El hombre puede realizar muchas tareas intelectuales simultáneamente (cuerpo cayoso más denso)
Por lo antes expuesto se puede considerar que el hombre es más inteligente que la mujer.

Miriam Borjas

¿Crees inmoral que un abogado persuade a un jurado a favor de una creencia, a un si esta creencia es falsa?
No considero un acto de inmoralidad cuando un abogado persuade a un jurado; él no defiende una verdad, el defiende a un ciudadano quien le ha pedido sus servicios, ante esta defensa, el debe mantener una creencia, y si para otros es falsa para él no lo es. Además debe construir su discurso razonado y equilibrado que produzca en el juez el beneficio buscado, permitido según la norma, que él aplica para favorecer a su defendido (o acusado según el caso). Su discurso persuasivo es publico y deliberativo; este discurso oral del abogado es su arma porque la palabra tiene poder y él la usa adecuadamente con toda su acción gestual, y su continuo afianzamiento que le da la norma jurídica y el mismo derecho “cuando dicen” toda persona se presume inocente hasta que se muestre lo contrario. Es decir si los argumentos de los abogados persuaden, no es solamente discurso, también hay pruebas que sirven para persuadir. El mismo derecho le permite al abogado manejar con habilidad argumentos que él debe defender. La misma norma jurídica son conceptos básicos, producto del mismo argumento jurídico, porque ella permite que los abogados tengan la actividad de negociar, para ello deben conocer conceptos, reglas, principios que puedan aplicarse en el discurso persuasivo del abogado.
Cuando hablamos de inmoral nos referimos a valores, no olvidemos que los valores no son buenos o malos, son sencillamente valores, y es por eso imposible demostrarlo; pero si puedo argumentar para persuadir sobre ellos. Retomo lo ya expresado, la persuasión que utiliza el abogado es una operación intelectual del razonamiento, no busca la verdad; sino solo la consecución del convencimiento ajeno del otro (juez). En la argumentación se racionalizan los valores, o están fuera de nosotros para comprobar los hechos o para admitirlos. Termino diciendo el abogado busca defender y para ello debe convencer y no siempre hayan la verdad.
John González
C.I: 6.831.208.

TEMA 4: LA RETÓRICA

1. ¿Qué es la retórica?

La retórica es el arte de persuadir y de convencer. En el pensamiento de Aristóteles, la retórica y la lógica tienen un carácter instrumental. El “Organon” aristotélico recoge las obras de lógica del Estagirita. Mientras que la lógica es el instrumento que permite pensar correctamente, a través del análisis de los argumentos y la determinación de su validez por medio de las reglas formales propias de los silogismos, la retórica permite persuadir a través de la argumentación. La retórica, en este sentido, es una forma de transmisión de una proposición, con la finalidad de persuadir al receptor de dicha proposición.

2. Relación entre retórica, epistemología y ética

Esta relación es uno de los temas más debatidos en la historia del pensamiento, todavía hoy. El retórico tiene como finalidad primera, última y más definitiva llegar a convencer de un hecho, independientemente de la veracidad del hecho y de su bondad o maldad. Dicho de otro modo, el retórico lo que busca es convencer, no transmitir una verdad objetiva. Es esta especificidad de la retórica la que la he convertido en blanco de críticas vehementes, desde la antigüedad clásica, considerándola a todas luces como un arma peligrosa.

El referente máximo de la retórica ha sido el de los sofistas. Para Platón los sofistas eran perversos porque convertían la persuasión en un fin en sí mismo, independientemente de si lo que transmitían era verdad o no, era bueno o malo. Los dos grandes sofistas fueron Gorgias y Protágoras. De Gorgias dijo Platón que era capaz de persuadir a alguien de matar a su madre, a cambio de dinero.

3. Aristóteles y la retórica

Aristóteles consideraba que eran tres los recursos a los que se podía acudir en el arte de la retórica:

a. Ethos se trata de apelar a la virtud y rectitud moral de quien se intenta convencer. En este recurso es de vital importancia la autoridad moral.
b. Phatos se trata de acudir al afecto, al sentimiento. Las emociones de la audiencia juegan un papel de vital importancia en este tipo de recursos. Es un recurso que funciona, principalmente, con las masas.
c. Logos aquí el recurso es el razonamiento, la argumentación y la capacidad de análisis.

De cuerdo a Aristóteles, un retórico debe conocer su audiencia, a quien va dirigida la persuasión, para ver cuál es el mejor recurso que debe lograr persuadir al destinatario.

4. Estrategias de argumentación

El arte de la persuasión requiere la capacidad de construir argumentos. Los argumentos constituyen la vía más expedita para lograr transmitir una creencia y persuadir a los demás para que ésta sea aceptada. Dentro de la argumentación encontramos:

a. Los argumentos deductivos que van de lo general a lo particular y ofrecen certeza.
b. Los argumentos inductivos que parten de lo particular a lo general y ofrecen probabilidad.
c. Los argumentos abductivos parten de un conjunto de hechos y se escoge el más plausible. La premisa mayor se considera cierta y la menor se considera sólo probable. Este tipo de argumentos sólo ofrece probabilidad.

Pero en el arte de la persuasión encontramos las figuras literarias como recursos que permiten el fin de la retórica. Las figuras literarias más comunes son:

a. La metáfora: es una figura literaria que apela a la semejanza entre dos hechos y la sustituye.
b. La alegoría: es una ficción con la cual se quiere representar una realidad diferente. Normalmente explanación de la metáfora.
c. La metonimia: consiste en la designación de una realidad usando el nombre de otra, tomando el efecto por la causa.
d. La sinécdoque: es la designación del todo por una de sus partes.
e. La ironía: es una figura retórica con la que se da a entender todo lo contrario de lo que se quiere decir.
f. La exageración: llevar a sus máximas consecuencias un hecho, traspasando, incluso, su verdad.
g. La personificación: también es conocida como la prosopopeya y tiene como finalidad la atribución a una realidad inanimada o abstracta cualidades propias de seres animados.
h. El entimema: es un silogismo donde existen dos proposiciones: antecedente y consecuente.
i. La pregunta retórica: la que se formula sin esperar una respuesta.

Finalmente, está la apelación al lugar común





5. Las falacias

Por lo general la falacia es concebida como un engaño o mentira. Pero desde el punto de vista lógico, una falacia es un sofisma que psicológicamente tiene un carácter persuasivo, aunque desde el punto de vista lógico carece de consistencia. Se trata de razonamientos que no necesariamente terminan en conclusiones falsas, sino que se encuentran viciados en su razonamiento.

Dentro de las falacias más comunes se encuentran:

a. Ad hominem: tiene como finalidad la descalificación personal del adversario.
b. Ad misericordiam: es el tipo de falacia que acude a la compasión.
c. Ad populum: es la que acude al estado emocional de los oyentes.
d. Ad baculum: es la que recurre a la amenaza.
e. Petición de principios: es la inclusión de la proposición que se pretende probar dentro de las premisas. Esta falacia no se debe confundir con el razonamiento circular.
f. Razonamiento circular: la diferencia con la petición de principios es que en el razonamiento circular se incluyen varios elementos.
g. Negación del antecedente: se parte de un condicional y afirmando el segundo, se concluye entonces que es el primero.
h. Afirmación del consecuente: también se parte de un condicional, y negando el primero, se concluye el segundo, que es el consecuente.
i. Del hombre espantapájaros: consiste en la deformación de la tesis del contrincante para debilitarla y poderla atacar con ventaja.

CUESTIONES COMPLEMENTARIAS

1. ¿Crees inmoral que un abogado persuada a un jurado a favor de una creencia, aun si esta creencia es falsa?

Los sofistas utilizaron la retórica como el arte de persuadir y de convencer, independientemente de la verdad, bondad y maldad de lo que proponían. Esto les valió una muy mala prensa a los mismos sofistas, por más que se les haya intentado “revaluar”. Sin embargo, hay que reconocer que la palabra “retórica”, más allá de las connotaciones peyorativas que pueda tener en algunos contextos, la palabra retórica, al menos en el idioma español, ha extendido su contenido semántico. En efecto, el Diccionario de la Real Academia Española define retórica como “Arte de bien decir, de dar al lenguaje escrito o hablado eficacia bastante para deleitar, persuadir o conmover.” Como “Teoría de la composición literaria y de la expresión hablada.” Y sólo en tercer y cuarto lugar la define como “Uso impropio o intempestivo de este arte” y como “Sofisterías o razones que no son del caso.” Como puede apreciarse, la palabra retórica es rica en contenido semántico y no se la puede reducir al simple arte de convencer.

Por otro lado, hay que considerar el uso aristotélico de la retórica. Junto con la lógica, Aristóteles consideraba la retórica como instrumentos al servicio del pensamiento y de la filosofía. Esto significa, entre otras cosas, que la finalidad de la retórica no se reduce a convencer o persuadir sobre una creencia, aunque sea falsa o verdadera, buena o mala.

Es evidente que el oficio de los abogados ha sufrido una progresiva prostitución. De profesionales del derecho, de la justicia y de la ley, los abogados han pasado a ser aquellos que conocen las leyes a la perfección para poder evadirlas. Es muy frecuente y generalizado, a este propósito, la afirmación “quien hace la ley, hace la trampa”. Una lamentable consideración sobre los abogados, aunque muchos de ellos se la hayan ganado a pulso.

Así, pues, sin ambages de ninguna naturaleza, puedo afirmar que cuando un abogado persuade a un jurado de una creencia, aunque ésta sea falsa, incurre en una inmoralidad. Queda claro que no todo lo legal es moral, aunque todo lo moral implica la legalidad. Un abogado debe ser un profesional de las leyes y del derecho para hacerlos valer y no para utilizarlo a conveniencia propia o de otros, sobre todo cuando están de por medio intereses de tipo crematístico.

2. ¿Cuáles son algunas de las falacias más comunes que escuchas entre los políticos venezolanos?

En lo personal y desde que tengo conciencia de la realidad, considero que la política venezolana surgida después de la democracia se ha construido sobre la base de falacias que todo el mundo escucha, en las que algunos caen por incautos y a las que otros miramos con cierta tristeza en ocasiones y con desprecio en otras. El nacimiento de la democracia y su posterior desarrollo –con muy esporádicas excepciones- se ha construido sobre la falacia que de suyo constituyen el populismo, la demagogia y el clientelismo, lo cual ha hecho posible el contexto propicio para que en la actualidad estemos viviendo el fenómeno político del chavismo. Hay que decirlo con tristeza pero con claridad y sin eufemismos: un pueblo que se ha acostumbrado a que le den, que en muchas ocasiones no valora el trabajo como fuente de crecimiento y de productividad y que considera al Estado como el ente supremo que debe resolver todos sus problemas, es presa fácil de las falacias que se sustentan en el “phatos”. Por eso es por lo que a Hugo Chávez no le ha sido difícil perpetuarse en el poder.

El discurso político actual se sustenta exclusivamente en el “phatos”. En este discurso político los argumentos son de tipo emocional, afectivo. Es un discurso que busca exacerbar los ánimos, mover las voluntades a base de emociones y de afectos, pero que carece de argumentos reales, sustentados sobre la base de una racionalidad argumentativa. Se trata, además, de un discurso político que busca en todo momento la descalificación. No es extraño que en el discurso político actual la falacia ad hominem (que no el argumento) sea la constante, sobre todo cuando se trata de descalificar a quien se identifica como adversario político. En esta misma línea se sitúa la falacia del hombre espantapájaros, porque se busca la deformación del argumento del adversario, con miras a su debilidad y así obtener ventaja sobre él. No hay que pasar por alto que el discurso político actual también recurre con frecuencia a la falacia “ad baculum”. Basta recordar las diatribas de micrófono y televisión que sostuvo Hugo Chávez con Álvaro Uribe o, la más reciente, la amenaza de Hugo Chávez a los Mendoza: “No te metas conmigo, Mendoza, aprende de Cisneros…” Es triste afirmarlo, pero las evidencias son contundentes: el discurso político venezolano de ayer y de hoy se construyó y se construye sobre la base de las falacias.

Ángel Villasmil

1) ¿Crees inmoral que un abogado persuada a un jurado a favor de una creencia, aun si esta creencia es falsa?

Aun cuando la retorica sea el arte de persuadir y convencer a través de un lenguaje especifico, en este caso el habla mediante el dialogo, no es correcto persuadir solo por in interés particular del individuo esto atenta contra el deber ser de las cosas, visto desde un enfoque ético seguramente es inmoral, porque no se pueden construir verdades a partir de la interpretación de un mismo hecho humano, eso llevaría a un relativismo ético y antepondría la subjetividad en el discurso que se emplease.

Sin embargo es preciso, señalar que esta visión aquí presentada es un criterio filosófico. Puede suceder perfectamente que en el marco de las leyes este procedimiento sea valido, puesto que el beneficio de la duda siempre existe y muy probablemente ningún abogado y por demás su cliente; aceptaran la culpabilidad y la infracción previamente sin antes aceptar el derecho a emplear la defensa.

En ultima instancia y siendo mas razonable, es viable deducir que cuando existan pruebas definitivas que demuestren totalmente la culpabilidad del acusado, el decidir persuadir por parte del abogado es totalmente inmoral, ya que el buscar una argumentación para una creencia falsa, puede conducir probablemente a una falacia, es decir, a un razonamiento errado, que al detectarse llevara a la sentencia de culpabilidad, si sucede lo contrario y el discurso empleado logra utilizar los elementos del delito para beneficio del acusado; lógicamente será dictaminado como inocente, cosa distinta puede suceder si por la naturaleza del delito se busca persuadir al jurado para defender a un ciudadano que por ejemplo cometa un asesinato en defensa propia sobre un delincuente.

En conclusión el emitir un juicio de valor se hace complejo de acuerdo a la naturaleza del caso que se este analizando.
Eduardo Lossada

Pena de Muerte.

La pena de muerte no es un concepto moderno; más bien ha sido un medio de castigo, que ha existido a lo largo de toda la historia del hombre y sus diferentes sociedades. Es una forma de sanción que se le aplica a todo individuo que atente en contra de la vida de una o más personas. Aun cuando su participación en el hecho sea material o intelectual.


Sin embargo cabe destacar que existe una fuerte postura para lograr la abolición de esta pena, basándose y resaltando el derecho a la vida que tienen los humanos. Aun cuando hayan cometido delitos imperdonables.

En la mayoría de los casos esta pena es aplicada por la misma sociedad, cuando existen actos que causan un gran impacto y horror. Sin ir muy lejos, acá mismo en nuestra ciudad, se ha aplicado la pena de muerte, aun cuando legalmente no está contemplada en el código penal de nuestro país. Podemos recordar cuando un sujeto que practicaba la violación de mujeres, entró a la cárcel y fue ajusticiado por otros reos. Destacando, que ante este hecho las autoridades no sancionaron a quienes dieron muerte al llamado monstruo de Maracaibo. Causando así, cierta tranquilidad en la sociedad en general, con la sensación de que se hizo justicia, ya que este sujeto no tenía la posibilidad de violar a ninguna otra mujer.


En el marco de lo anteriormente expuesto, uno de los postulados a favor de la aplicación de muerte, es que el acusado sea tratado y encarcelado de forma diferente. Brindándole la oportunidad de ir a un juicio justo. Así como también la aplicación de la pena de una forma más civilizada.

Cuando una víctima cae ente la barbarie de su verdugo, no tiene posibilidades de acceder a su derecho a la vida. Por esta razón no se justifica que se deba mantener con vida a esta clase de personas, y más aún que se le sustente económicamente hasta que muera por causas naturales, ya que los sistemas penitenciarios son instituciones sostenidas a través de los impuestos pagados por la sociedad.


Si tuviésemos la oportunidad de saber lo que sienten aquellos padres cuya hija llena de sueños e ilusiones, fue víctima de un joven que no sólo se conformó con tomar la vida de ella, sino también la de su propia madre. Estos al igual que muchas de las personas que vieron con horror los actos de este joven, no dudarían ni un segundo en que se enjuiciara con la pena de muerte.


Es que acaso ¿debemos esperar a que nos ocurra a todos un caso como este, Para pensar que debe ser aplicada esta pena?

Considerando que todo aquel que tiene derecho a la vida, también tiene el deber de preservarla; sino no se justifica su existencia.

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Psic. Rosario Espina

2. Si fueras el presidente Chávez y te dirigieras a la nación, cuál de las tres formas retóricas aristotélicas (ethos, pathos, logos) privilegiarías, y por qué?

Inicialmente, si se toma en cuenta que el presidente conoce a su pueblo (nación), que él gobierna, y por añadidura que posea una formación previa o asesores que le enseñaron sobre retorica. Es cierto que se apegaría a la forma de retorica del pathos, como ese discurso que se acopla al sentimiento. Ya que dirigiéndose a las “masas”, entendiendo precisamente, como algo inerte que puede ser manejado y manipulado, sería la forma más directa de llegarles a las personas. De la misma manera, sería conveniente traer a la palestra una cita de uno de los grandes de la ilustración, Voltaire menciona: “Para alcanzar nuestros propósitos es mejor que nos dirijamos a la pasión de los hombres, que no a su razón” Mensaje que ejemplifica lo poderosas que son las palabras dirigidas a las emociones, igualmente las consecuencias que se pueden obtener de ellas.

Pero un buen retorico, se debe manejar las tres formas del discurso: ethos, pathos, logos. Porque hoy en día parece insuficiente un discurso circunscrito a un sola forma de retorica. Es decir, mencionar emotivamente ciertas características o circunstancias de un gobierno por ejemplo “seremos libres y no más oprimidos” no es completamente idóneo. No se puede dejar de mencionar la parte del discurso racional, donde se deja por sentado la base, que sustenta lo que se dijo emocionantemente, “así dijo Bolívar en la carta de Jamaica en 1815”, Análogamente mostrar sus orígenes de humildad, integridad, y lo virtuoso del mismo. Finalmente, se puede decir que un buen retorico es el que se adapta a las necesidades de cada discurso, de modo similar el que logra hacer la conjunción de todos los modos de retorica.

Marcos Govea

¿Crees inmoral que un abogado persuada a un jurado a favor de una creencia, aun si esta creencia es falsa?


Es definitivamente inmoral que un abogado logre convencer a un jurado a favor de una creencia falsa, específicamente si éste es conciente de que es falsa y de que lo que está haciendo no es más que engañar y manipular la situación a su favor; comprendo que el derecho es una carrera muy compleja y que cada caso es particular y debe manejarse según las condiciones especificas que lo enmarquen y que el abogado debe ser un individuo preparado que maneje la retórica y sea capaz de presentar argumentos claros y convincentes para así lograr un veredicto, pero el veredicto que el abogado persigue debe ser el mas cercano a la justicia.
El problema principal es que se olvida que no cualquiera puede ser un abogado, pues éste debe buscar nada más y nada menos que la justicia y la verdad, es decir que debe ser alguien con grandes valores, un individuo honesto y con principios que desea llevar equilibrio y orden a la sociedad; en el derecho más que en otras profesiones se requiere individuos con verdadera vocación para la defensa y búsqueda constante de la justicia, pues se supone que el abogado es el representante mismo de la verdad y la ley.
Personalmente considero que el derecho más que solo una carrera es un estilo de vida en el que hay una inclinación natural al trabajo y a la lucha por conseguir la equidad, el progreso y la rectitud, por lo que el verdadero abogado no se convierte en defensor de la ley y la justicia cuando recibe su titulo sino que lo ha sido siempre y así seguirá.

Erika Silva

1 comentario:

  1. Pena de Muerte.
    La pena de muerte no es un concepto moderno; más bien ha sido un medio de castigo, que ha existido a lo largo de toda la historia del hombre y sus diferentes sociedades. Es una forma de sanción que se le aplica a todo individuo que atente en contra de la vida de una o más personas. Aun cuando su participación en el hecho sea material o intelectual.

    Sin embargo cabe destacar que existe una fuerte postura para lograr la abolición de esta pena, basándose y resaltando el derecho a la vida que tienen los humanos. Aun cuando hayan cometido delitos imperdonables.

    En la mayoría de los casos esta pena es aplicada por la misma sociedad, cuando existen actos que causan un gran impacto y horror. Sin ir muy lejos, acá mismo en nuestra ciudad, se ha aplicado la pena de muerte, aun cuando legalmente no está contemplada en el código penal de nuestro país. Podemos recordar cuando un sujeto que practicaba la violación de mujeres, entró a la cárcel y fue ajusticiado por otros reos. Destacando, que ante este hecho las autoridades no sancionaron a quienes dieron muerte al llamado monstruo de Maracaibo.

    Causando así, cierta tranquilidad en la sociedad en general, con la sensación de que se hizo justicia, ya que este sujeto no tenía la posibilidad de violar a ninguna otra mujer.

    En el marco de lo anteriormente expuesto, uno de los postulados a favor de la aplicación de muerte, es que el acusado sea tratado y encarcelado de forma diferente. Brindándole la oportunidad de ir a un juicio justo. Así como también la aplicación de la pena de una forma más civilizada.

    Cuando una víctima cae ente la barbarie de su verdugo, no tiene posibilidades de acceder a su derecho a la vida. Por esta razón no se justifica que se deba mantener con vida a esta clase de personas, y más aún que se le sustente económicamente hasta que muera por causas naturales, ya que los sistemas penitenciarios son instituciones sostenidas a través de los impuestos pagados por la sociedad.

    Si tuviésemos la oportunidad de saber lo que sienten aquellos padres cuya hija llena de sueños e ilusiones, fue víctima de un joven que no sólo se conformó con tomar la vida de ella, sino también la de su propia madre. Estos al igual que muchas de las personas que vieron con horror los actos de este joven, no dudarían ni un segundo en que se enjuiciara con la pena de muerte.
    Es que acaso ¿debemos esperar a que nos ocurra a todos un caso como este, Para pensar que debe ser aplicada esta pena?

    Considerando que todo aquel que tiene derecho a la vida, también tiene el deber de preservarla; sino no se justifica su existencia.

    Rosario Espina

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